Breves
de Hector Mujica
Narrador
y ensayista venezolano, nacido en Carora (en el municipio de Torres,
perteneciente al estado de Lara) en 1927. Artista e intelectual destacado en el
panorama cultural de Venezuela durante la segunda mitad del siglo XX, formó
parte del grupo literario "Contrapunto".
Tomamos el atrevimiento de reproducir
este escrito que por sí solo habla de quien fue Héctor Mujica para Venezuela:
El Héctor al que hay
que recordar
Texto de María Fernanda Mujica en honor a su padre,
Héctor Mujica, tomado del portal de Centro de Investigación de la Comunicación
– UCAB
Agradecemos que la Agencia Bolivariana de Noticias
reimprima El Imperio de la Noticia, obra publicada por mi padre, Héctor Mujica,
en 1967. Muchos acontecimientos han sucedido en cuarenta años de historia y aún
más en los medios de comunicación con el auge de la tecnología web, que puede
lograr hoy una comunicación más democrática y más participativa, un objetivo
que siempre persiguió mi padre.

Amaba a Venezuela y quería
para ella: progreso, desarrollo, paz y seres bien formados; ya fuera con la
sapiencia del campesino, del pescador o del letrado para que en conjunto se
creara un país justo y con oportunidades para todos. Pero, Héctor, que fue
estudioso y trabajador, le gustaba la gente que en criollo “le echara pichón”.
A sus hijos e hijas siempre les exigió al máximo, pero a la vez le
considerábamos un entrañable compañero y amigo. Con sus nietos disfrutaba
enseñándoles una buena lectura, una buena película, sin importarle su origen,
una buena comida, porque estimaba las cosas de calidad y las deseaba no sólo para
los suyos sino para todos los venezolanos. Amaba a su Carora natal y a su vez a
París, ciudad donde se doctoró en Filosofía y nació su primer y único hijo
varón, Héctor Michel.
Amó los viajes, los idiomas,
las diferentes culturas, la libertad. Estaba muy orgulloso de todos sus hijos,
pero en mi caso, valoraba mucho el que trabajara con los jesuitas en Venezuela,
entre quienes tuvo muchos amigos. Congenió con artistas y políticos nacionales
e internacionales, siempre con un espíritu de gran amplitud y disposición de
aprender de todos ellos. Tuvo grandes amigos entre sus opositores políticos.
Fueron muchas las anécdotas, algunas de ellas curiosas como que Luis Herrera
Campins le concedió la dispensa de entrar a Miraflores sin corbata. Siempre
agradeció el gesto generoso del Presidente Carlos Andrés Pérez, en su segundo
mandato, cuando los males lo aquejaban, y en una de sus tantas convalecencias
en una clínica privada, sin pedirlo nadie, la cuenta fue cancelada por la
Secretaría de la Presidencia de ese gobierno.
Perdonar, discrepar, conciliar
eran palabras muy cercanas a Héctor Mujica; y esa actitud lo acompañó toda la
vida. Recuerdo que le gustaban mucho los pájaros, los perros (siempre tuvimos
uno en casa), la música clásica, la francesa, los golpes larenses. Amó el
oficio periodístico, y en toda planilla burocrática escribía: “oficio:
periodista”. Luchó para que la Asociación Venezolana de Periodistas se
convirtiera en Colegio Nacional de Periodistas, del que fue su primer
presidente. Y en torno a su candidatura se unieron copeyanos, adecos y
comunistas. Porque para él, su gremio debía estar unido para luchar por la
libertad de expresión cualquiera fuera el régimen de turno. Luchó contra la
dictadura perezjimenista, y luego trabajando en El Nacional, él mismo solicitó
ir a entrevistar a su verdugo porque sentía curiosidad por saber porque un ser
humano es capaz de torturar y matar.
Soy su primera hija de su
primer matrimonio y este es el recuerdo que tengo de mi padre, vuelvo y repito:
generoso, conciliador, alegre, amante de su país, luchador, contrario a la
mediocridad, amigo de sus amigos y respetuoso del adversario. Periodista antes
que todo y humano en todos sus actos.
Estimo que así hubiera querido
él que lo recordara esta generación de estudiantes de Comunicación Social y las
que vendrán. Porque Héctor admiraba por igual a Clinton y a Gorbachov y a todos
los venezolanos ilustres que han realzado a su amada Venezuela
internacionalmente.
Valiente también lo fue. Viajó
muchas veces a Corea del norte para lograr que liberaran al poeta Alí Lameda,
de esa férrea dictadura del país asiático. Y muchos años después, supimos que
ayudó a salir de Cuba a familias judías que querían vivir en Israel.
María Fernanda Mujica Ricardo
En Caracas, 14 de mayo de 2010
El texto es tomado de http://www.ucab.edu.ve/noticias—detalles/items/escrito-de-maria-fernanda-mujica-en-honor-a-su-padre-hector-mujica.1053.html
Pensamiento
Haciendo
un análisis exhaustivo de la incidencia de los grandes medios de comunicación
-fundamentalmente de la televisión- en la conciencia de las nuevas
generaciones, Héctor Mujica consideró que uno de los objetivos que persiguen
las grandes empresas televisivas es el de adoctrinar en el conformismo político
y en el consumo de mercancías a los jóvenes, quienes se muestran apáticos al
ejercicio de la política y negándose a participar en los movimientos sociales
que procuran “cambio de estructuras y la liberación definitiva del país”.
Explicó los mensajes de los medios de difusión masiva
ejercen sus efectos: “(...) sobre el saber, es decir, en la educación y la
cultura; en la órbita emocional, en la esfera psíquica profunda, en el
comportamiento electoral y en las opiniones y actitudes, en la conducta
personal y en la conducta social.”
Mujica
planteó a la libertad de prensa como eje fundamental para la democracia, su
negación sólo puede estar al servicio de regímenes totalitarios. Considerando
necesario que el Estado establezca mecanismos que regulen su ejercicio, aunque
asentaba que la libertad de prensa plena es imposible, si de lo que se trata es
de preservar el bien común.
En
este sentido, señaló que la libertad de prensa o de información, debe estar
sometida a ciertas limitaciones. Pero dichas limitaciones son necesarias y
deben estar formuladas por el Estado. Por ello declara que “(…) la libertad de
prensa tiene un contenido, un carácter que se lo da el Estado, el gobierno o el
grupo dirigente de la sociedad. Es difícil, por no ser más pesimista, soñar con
una libertad de prensa total y absoluta. Cada sociedad se las arregla para
inventar los medios de limitarla”.
Como una importante contribución al estudio del
Periodismo y la Comunicación Social en general, publicó “El Imperio de la
Noticia” y “Sociología Venezolana de la Comunicación”. En el primero hace un
exhaustivo estudio de los problemas y técnicas del periodismo, su importancia a
escala universal y la demostración de que la noticia es el centro del
periodismo. En el segundo intenta una síntesis de las distintas posiciones que
los teóricos de la comunicación social habían establecido en la época en que
escribe. Y esboza un plan de trabajo para la aplicación de la metodología
universal propuesta hasta entonces (1974) en la realidad venezolana..
Alguna
biografía
“El Imperio de la Noticia” y “Sociología Venezolana de la
Comunicación”, entre otras publicaciones efectuadas.
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