PUNTO DE ENCUENTRO

PUNTO DE ENCUENTRO

domingo, 22 de julio de 2012

Hacia un visión sobre las teorías de comunicación latinoamericanas



              Como resultado de las revisiones bibliográficas recomendadas, además de los otros referentes bibliográficos leídos, pudimos refrescar los postulados que se han escrito sobre la comunicación en Latinoamérica, vistas en el lapso de nuestro pregrado, pero por supuesto, con el ingrediente de una visión más madura y más contemporánea, tal es el caso que podemos señalar como son los estudios de la Dra. Migdalia Pineda; que bien reflejan un aporte catedrático que se detiene a explicar para comprender y así analizar los procesos comunicacionales latinos.

            Es así que entendemos los orígenes de estos postulados, al proceso y desarrollo quedesplegó la teoría de la comunicación en América Latina hacia la segunda mitad del siglo XX; cuando emana fruto de una reflexión colectiva; para dejar atrás el influjo español y francés que imperaba; y más adelante mezclarse con la influencia norteamericana ; verbo y gracia, como se presenta en estudios disgregados que se han fundamentado en el cruce de la cultura y la comunicación; estas teorías han sido precursoras en romper los cánones de dominio establecidos de comunicación; para absorber los puntos comunes, contextualizarlos y configurarlos y entenderlos en nuestro propio entorno.

            De este modo, los investigadores críticos latinoamericanos observan los razonamientos bajo tres premisas basadas en: crítica al marxismo, pues adaptan la teoría marxista a las condiciones de la región fundados en que la sociedad está en la capacidad de precisar su pleno desarrollo socio-económico según sean sus condiciones y exigencias, acusando la negación que tienen en torno a la capacidad de resignificación que permite la cultura.

            Asimismo, apuntan a los medios de comunicación como potenciales generadores de progreso para la región, en la concepción de la comunicación para el desarrollo; y  comunicación alternativa o popular en la que la gente, el pueblo pueda expresar sus puntos de vista y defender sus derechos constitucionales a través de medios alternativos.

Entonces tenemos que las primeras escuelas de periodismo en América Latina fueron creadas en  Argentina y Brasil; y más adelante hacia los años treinta ya se habían fundado escuelas de periodismo en toda la región, emanando en ellas la influencia de la escuela norteamericana, en su afán de efectuar un análisis de la comunicación de masas, pues se valieron de sus teorías, para enfocar los estudios de los medios y sus efectos sobre las audiencias.

Al cabo de los años 40 brotan una serie de proyectos centrados en la comunicación para el desarrollo en la región, Colombia como pionera con su radio-escuela Sutatenze; la cual tuvo como objetivo fomentar el desarrollo rural a través de la implementación de la comunicación masiva educativa dirigida a los campesinos. Más allá de la importancia de estos proyectos en la historia de la comunicación en Latinoamérica, y a pesar de sus encomiables méritos, carecieron de una base de investigación científica y por supuesto de fundamentación teórica que los sustentara. Ya en los años 60 el sentir latino despierta en sus teóricos, quienes refutan los arquetipos comunicacionales dominantes, dejan prácticamente de lado el modelo foráneo, el cual sólo favorece a una élite económica,  para establecer modelos locales de información y comunicación.

            La teoría de la comunicación en Latinoamérica se confluye a raíz del desarrollo progresivo del periodismo, mediado por las nacientes escuelas de periodismo que surgen a comienzos del siglo XX; más el influjo de las teorías de comunicación social aportadas por la iglesia Católica bajo la denominada “Teología de la Liberación” hacia década de los 60, con sus matices marxistas, la cual pretendía dar cuenta a la tesis de cómo ser cristiano en un continente oprimido; y por supuesto por la Escuela de Frankfurt; en su afán de orientar la crítica al campo neto de la cultura, aproximarse a su vez al tópico de los medios masivos de comunicación y las hoy conocidas industrias culturales, expresión venida de esta escuela, presente aún en los análisis de la cultura mediática presente.

Para la década de los años 60 los enfoques metodológicos del estudio de la comunicación se encontraban estructurados sobre la descripción de los hechos y las situaciones sociales que se acontecían; reforzados por laperspectiva explicativa a fin de establecer las causas de los hechos; igualmente los pensadores del caso latinoamericano de comunicación, propiciaban en el ámbito natural de la región sobre el estudio teórico  y metodológico del mismo.

Luis Ramiro Beltrán como teórico de la comunicación en Latinoamérica plantea la integración de Latinoamérica como el futuro para avanzar hacia un camino mejor, y refleja la necesidad de pensar en una integración mediante la comunicación.Se empieza a teorizar sobre el hecho años más tarde, así  Beltrán dirá que la democratización de la comunicación para el desarrollo no podía ser entendida solo como ir más allá de las técnicas en sentido de refinamiento, de acomodo a la sociedad, no, tenía que plantear soluciones para acabar con las injusticia que también se daba en cuanto a la comunicación porque los medios estaban acaparados por personas que trabajaban al servicio de la conservación, no del cambio.

            Un aporte fundamental lo constituye el haber identificado la problemática de la comunicación y del desarrollo como parte del sistema de gobierno antipopular y oligárquico que prevalece en la región, así la comunicación para el desarrollo pasa del campo de la gestión  técnica de cómo educar mejor al agricultor, a preguntarse el ¿para qué educarlo? para que continúe siendo explotado o para que se consolide como un elemento transformador de la sociedad.

Ante esta nueva realidad, los entendidos en comunicación en Latinoamérica toman solo de las teorías de la comunicaciónde Norteamérica y de Europa los modelos que según su criterio, se adecuan a nuestro escenario, se adaptan a nuestro contexto y formulan el campo de estudio de la comunicación y de la información en la región en aras de preservar  la identidad regionalante los grandes países desarrollados; ejerciendo como principal fundamento la correspondencia existente entre la cotidianidad y comunicación como substancial aporte de la teoría latinoamericana.

Hacia la década de los años 80 la comunicación en Latinoamérica  ofrece un nuevo aporte: el despliegue del concepto de comunicación alternativa y comunicación popular, promovida y ejercida principalmente por los segmentos socialesdominados, los cuales observan estos canales como la opción viable, directa y efectiva para hacerse escuchar.  Sin embargo, y tal como lo reseña Martín Barbero (1999) el desarrollo y la aplicación de las teorías de la comunicación en Latinoamérica se estructuraron entre las décadas de los 70 y 80 ante  el “efecto cruzado” entre la investigación norteamericana y la teoría social (ideológica) de la región.

            Sin embargo, el mismo Martín Barbero (1996) señala que las faenas de investigación y el trabajo académico de la década de los 80 fue improductivo, influenciados por las consecuencias eminentes que desató la llamada “década perdida” de la economía.

Con la entrada de los años 90, llegan con ellos una especie de ruptura en la concepción que se venía formulando en torno a las teorías de comunicación; generadas en torno a el fenómeno de la globalización, la causa efecto de la avalancha ininterrumpida de la adquisición y uso de las tecnologías digitales por un lado, el reacomodo cultural y el resurgimiento dentro de los niveles de organización de las identidades micro-sociales con interacciones sociales dinámicas y específicas, procesos que rompen el hilo teórico, el marco metodológico, las posturas ideológicas y los asuntos epistemológicos.

Así que culminando la década de los 90, según lo afirma Alejandro Piscitelli (1997) “las empresas periodísticas entendieron la importancia de las nuevas tecnologías de la comunicación y rápidamente pusieron sus materiales en línea; además de que sumaron a su material impreso notas, profundización y conexiones a otros sitios de referencia. En la actualidad, los boletines y todo tipo de recopilaciones surcan la red con facilidad es posible acceder al material de diarios e otros países latinoamericanos con facilidad inusual”.

Paralelamente, en las dos últimas décadas del siglo XX fueron las de la privatización, liberalización y desregularización de las comunicaciones latinoamericanas, en un proceso que continúa hasta el presente. El inicio de este movimiento se remonta a 1988, con las privatizaciones en Chile, México, Argentina, Venezuela, Perú, Bolivia y Brasil, conjuntamente al incremento de inversiones estatales en infraestructuras físicas (Martín Diez, 2001:20).

Sin embargo,  en américa latina y según como señala Antonio Pasquali (1998), hemos estado estructuralmente, programática y espiritualmente incomunicados, tanto por insuficiencias crónica y severas de harware, de vectores y redes, así como por obra del software, de los mensajes altamenteincomunicantes, situación que, a todas luces, atenta contra la necesaria integración regional.

Por lo que entendemos que la globalización con todo y sus infinitas ventajas, con sus dinámicas de instrumentación, de lo individual, de lo móvil en tanto en cuanto induce y estimula una cultura con poco contenido fijo desplegada en el abanico de influjos propios y foráneos, en nombre de esa misma particularidad. Pero sin lugar a dudas, inferimos que el binomio comunicación y las nuevas herramientas tecnológicas le han dado un viraje extremo al mundo contemporáneo. 

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