Como
resultado de las revisiones bibliográficas recomendadas, además de los otros
referentes bibliográficos leídos, pudimos refrescar los postulados que se han
escrito sobre la comunicación en Latinoamérica, vistas en el lapso de nuestro
pregrado, pero por supuesto, con el ingrediente de una visión más madura y más
contemporánea, tal es el caso que podemos señalar como son los estudios de la
Dra. Migdalia Pineda; que bien reflejan un aporte catedrático que se detiene a
explicar para comprender y así analizar los procesos comunicacionales latinos.
Es así que entendemos los orígenes
de estos postulados, al proceso y desarrollo quedesplegó la teoría de la
comunicación en América Latina hacia la segunda mitad del siglo XX; cuando
emana fruto de una reflexión colectiva; para dejar atrás el influjo español y
francés que imperaba; y más adelante mezclarse con la influencia norteamericana
; verbo y gracia, como se presenta en estudios disgregados que se han
fundamentado en el cruce de la cultura y la comunicación; estas teorías han
sido precursoras en romper los cánones de dominio establecidos de comunicación;
para absorber los puntos comunes, contextualizarlos y configurarlos y
entenderlos en nuestro propio entorno.
De este modo, los investigadores
críticos latinoamericanos observan los razonamientos bajo tres premisas basadas
en: crítica al marxismo, pues adaptan la teoría marxista a las condiciones de la
región fundados en que la sociedad está en la capacidad de precisar su pleno
desarrollo socio-económico según sean sus condiciones
y exigencias, acusando la negación que tienen en torno a la capacidad de
resignificación que permite la cultura.
Asimismo,
apuntan a los medios de comunicación como potenciales generadores de progreso
para la región, en la concepción de la comunicación para el desarrollo; y comunicación alternativa o popular en la que
la gente, el pueblo pueda expresar sus puntos de vista y defender sus derechos
constitucionales a través de medios alternativos.
Entonces tenemos que
las primeras escuelas de periodismo en América Latina fueron creadas en Argentina y Brasil; y más adelante hacia los
años treinta ya se habían fundado escuelas de periodismo en toda la región,
emanando en ellas la influencia de la escuela norteamericana, en su afán de
efectuar un análisis de la comunicación de masas, pues se valieron de sus teorías,
para enfocar los estudios de los medios y sus efectos sobre las audiencias.
Al cabo de los años
40 brotan una serie de proyectos centrados en la comunicación para el
desarrollo en la región, Colombia como pionera con su radio-escuela Sutatenze;
la cual tuvo como objetivo fomentar el desarrollo rural a través de la
implementación de la comunicación masiva educativa dirigida a los campesinos.
Más allá de la importancia de estos proyectos en la historia de la comunicación
en Latinoamérica, y a pesar de sus encomiables méritos, carecieron de una base
de investigación científica y por supuesto de fundamentación teórica que los
sustentara. Ya en los años 60 el sentir latino despierta en sus teóricos,
quienes refutan los arquetipos comunicacionales dominantes, dejan prácticamente
de lado el modelo foráneo, el cual sólo favorece a una élite económica, para establecer modelos locales de
información y comunicación.
La
teoría de la comunicación en Latinoamérica se confluye a raíz del desarrollo
progresivo del periodismo, mediado por las nacientes escuelas de periodismo que
surgen a comienzos del siglo XX; más el influjo de las teorías de comunicación
social aportadas por la iglesia Católica bajo la denominada “Teología de la
Liberación” hacia década de los 60, con sus matices marxistas, la cual
pretendía dar cuenta a la tesis de cómo ser cristiano en un continente
oprimido; y por supuesto por la Escuela de Frankfurt; en su afán de orientar la
crítica al campo neto de la cultura, aproximarse a su vez al tópico de los
medios masivos de comunicación y las hoy conocidas industrias culturales,
expresión venida de esta escuela, presente aún en los análisis de la cultura
mediática presente.
Para la década de los
años 60 los enfoques metodológicos del estudio de la comunicación se
encontraban estructurados sobre la descripción de los hechos y las situaciones
sociales que se acontecían; reforzados por laperspectiva explicativa a fin de
establecer las causas de los hechos; igualmente los pensadores del caso
latinoamericano de comunicación, propiciaban en el ámbito natural de la región
sobre el estudio teórico y metodológico
del mismo.
Luis Ramiro Beltrán
como teórico de la comunicación en Latinoamérica plantea la integración de
Latinoamérica como el futuro para avanzar hacia un camino mejor, y refleja la
necesidad de pensar en una integración mediante la comunicación.Se empieza a
teorizar sobre el hecho años más tarde, así
Beltrán dirá que la democratización de la comunicación para el
desarrollo no podía ser entendida solo como ir más allá de las técnicas en
sentido de refinamiento, de acomodo a la sociedad, no, tenía que plantear
soluciones para acabar con las injusticia que también se daba en cuanto a la
comunicación porque los medios estaban acaparados por personas que trabajaban
al servicio de la conservación, no del cambio.
Un
aporte fundamental lo constituye el haber identificado la problemática de la
comunicación y del desarrollo como parte del sistema de gobierno antipopular y
oligárquico que prevalece en la región, así la comunicación para el desarrollo
pasa del campo de la gestión técnica de
cómo educar mejor al agricultor, a preguntarse el ¿para qué educarlo? para que
continúe siendo explotado o para que se consolide como un elemento
transformador de la sociedad.
Ante esta nueva
realidad, los entendidos en comunicación en Latinoamérica toman solo de las
teorías de la comunicaciónde Norteamérica y de Europa los modelos que según su
criterio, se adecuan a nuestro escenario, se adaptan a nuestro contexto y
formulan el campo de estudio de la comunicación y de la información en la
región en aras de preservar la identidad
regionalante los grandes países desarrollados; ejerciendo como principal
fundamento la correspondencia existente entre la cotidianidad y comunicación
como substancial aporte de la teoría latinoamericana.
Hacia la década de
los años 80 la comunicación en Latinoamérica
ofrece un nuevo aporte: el despliegue del concepto de comunicación
alternativa y comunicación popular, promovida y ejercida principalmente por los
segmentos socialesdominados, los cuales observan estos canales como la opción
viable, directa y efectiva para hacerse escuchar. Sin embargo, y tal como lo reseña Martín
Barbero (1999) el desarrollo y la aplicación de las teorías de la comunicación
en Latinoamérica se estructuraron entre las décadas de los 70 y 80 ante el “efecto cruzado” entre la investigación
norteamericana y la teoría social (ideológica) de la región.
Sin embargo, el mismo Martín Barbero
(1996) señala que las faenas de investigación y el trabajo académico de la
década de los 80 fue improductivo, influenciados por las consecuencias eminentes
que desató la llamada “década perdida” de la economía.
Con la entrada de los
años 90, llegan con ellos una especie de ruptura en la concepción que se venía
formulando en torno a las teorías de comunicación; generadas en torno a el
fenómeno de la globalización, la causa efecto de la avalancha ininterrumpida de
la adquisición y uso de las tecnologías digitales por un lado, el reacomodo
cultural y el resurgimiento dentro de los niveles de organización de las identidades
micro-sociales con interacciones sociales dinámicas y específicas, procesos que
rompen el hilo teórico, el marco metodológico, las posturas ideológicas y los
asuntos epistemológicos.
Así que culminando la
década de los 90, según lo afirma Alejandro Piscitelli (1997) “las empresas
periodísticas entendieron la importancia de las nuevas tecnologías de la
comunicación y rápidamente pusieron sus materiales en línea; además de que
sumaron a su material impreso notas, profundización y conexiones a otros sitios
de referencia. En la actualidad, los boletines y todo tipo de recopilaciones
surcan la red con facilidad es posible acceder al material de diarios e otros
países latinoamericanos con facilidad inusual”.
Paralelamente, en las
dos últimas décadas del siglo XX fueron las de la privatización, liberalización
y desregularización de las comunicaciones latinoamericanas, en un proceso que
continúa hasta el presente. El inicio de este movimiento se remonta a 1988, con
las privatizaciones en Chile, México, Argentina, Venezuela, Perú, Bolivia y
Brasil, conjuntamente al incremento de inversiones estatales en
infraestructuras físicas (Martín Diez, 2001:20).
Sin embargo, en américa latina y según como señala Antonio
Pasquali (1998), hemos estado estructuralmente, programática y espiritualmente
incomunicados, tanto por insuficiencias crónica y severas de harware, de
vectores y redes, así como por obra del software, de los mensajes
altamenteincomunicantes, situación que, a todas luces, atenta contra la necesaria
integración regional.
Por lo que entendemos
que la globalización con todo y sus infinitas ventajas, con sus dinámicas de
instrumentación, de lo individual, de lo móvil en tanto en cuanto induce y
estimula una cultura con poco contenido fijo desplegada en el abanico de
influjos propios y foráneos, en nombre de esa misma particularidad. Pero sin
lugar a dudas, inferimos que el binomio comunicación y las nuevas herramientas
tecnológicas le han dado un viraje extremo al mundo contemporáneo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario